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1.1 OBJETIVOS

La protección de la maternidad tiene dos objetivos fundamentales: 

• 

Garantizar la salud de la madre y del hijo recién nacido.

• 

Proporcionar a la madre una medida de seguridad económica y del empleo. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece como elementos esenciales de la protección de la 
maternidad:

Permiso de maternidad: consiste en el derecho de las mujeres a un período de descanso en el trabajo en 
relación con el embarazo, el parto y el posparto. 

Prestaciones económicas y médicas: la percepción de prestaciones económicas durante su ausencia 
por maternidad se ha consolidado como un derecho de la madre, así como el derecho a la atención médica en 
relación con el embarazo, el parto y los cuidados posnatales. 

Protección de la salud en el lugar de trabajo: se trata de un derecho reconocido para la madre y el 
feto durante el embarazo, así como durante la lactancia. 

Protección del empleo y no discriminación: la trabajadora debe tener garantizada la estabilidad en el 
empleo, así como el derecho a reincorporarse tras su licencia de maternidad al mismo trabajo o a uno equivalente 
con el mismo salario que percibía con anterioridad a la licencia de maternidad.

Dispositivos para la lactancia: en la empresa debe disponerse de medios para ayudar a las trabajadoras 
a amamantar o extraerse leche en el lugar de trabajo durante un período determinado tras la reincorporación al 
trabajo.

El embarazo y la lactancia deben ser considerados como un periodo de bienestar y salud para las mujeres sanas 
y con hábitos de vida saludable. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que también supone una época de especial 
vulnerabilidad frente a algunos riesgos laborales. Los cambios fisiológicos sufridos por las mujeres embarazadas 
o lactantes acentúan algunos riesgos presentes en los lugares de trabajo, además, esos riesgos pueden afectar 
negativamente a la salud del feto o recién nacido.

La exposición del feto a agentes externos puede provocar la muerte fetal, alteraciones importantes en el 
desarrollo embrionario e, incluso, problemas de salud en la infancia y la edad adulta.

Las primeras semanas de gestación son especialmente importantes porque el embrión es especialmente sensible 
a la acción de agentes externos, pero muchas mujeres aún desconocen su estado lo que hace que no adopten las 
medidas preventivas necesarias para evitar riesgos.

Durante la lactancia natural, algunas condiciones de trabajo 
pueden reducir la capacidad de lactar, llegando en algunos 
casos a interrumpirla. Por otra parte, la exposición a 
determinados agentes tóxicos puede poner en riesgo la salud 
del bebé lactante.

Todo lo expuesto lleva a concluir que durante el embarazo y 
la lactancia natural es necesario garantizar un entorno laboral 
saludable para proteger tanto a la madre como al feto y al 
recién nacido.

El R.D. 298/2009, recoge el derecho a la salud y a la protección 
de la maternidad de las trabajadoras frente a los riesgos que 
puede haber en los puestos de trabajo. Dicho real decreto 
establece una lista no exhaustiva de agentes contaminantes 
y condiciones de trabajo que pueden afectar negativamente a 
la reproducción y a la maternidad. Se recoge además una lista 
de actividades que no deben realizar las mujeres embarazadas o en período de lactancia natural.

Los riesgos y factores de riesgo para las mujeres embarazadas o lactantes pueden deberse a las condiciones en 
las que se realiza el trabajo, así como a la exposición a agentes biológicos, físicos o químicos. En las siguientes 
tablas se recogen los factores identificados como de riesgo para el embarazo o la lactancia:

2. RIESGOS PARA EL 
EMBARAZO Y 
LA LACTANCIA