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Desconexión por vacaciones
28/07/2011
Un 51% de los trabajadores en activo no consigue desconectar de su trabajo durante las vacaciones estivales. Un estudio realizado por el Randstad pone de manifiesto no solamente que un 28% de los empleados piensa en el trabajo durante las vacaciones, sino que además un 15% sigue pendiente de posibles llamadas de la oficina y un 8% mantiene el contacto a través de las nuevas tecnologías.
Parece que tal cifra se debe a una triple causa. Por un lado, la accesibilidad que permiten las nuevas tecnologías a las redes sociales y al correo profesional. Por otro lado, la incertidumbre provocada por la crisis económica. Por último, el estrés y la inseguridad que supone abandonar las tareas propias y dejarlo todo bien atado antes de desaparecer. En relación a este último factor, concluye Rita González, responsable de RRHH en Randstad, que “es importante tomar conciencia de que tenemos que desconectar y descansar en nuestras vacaciones. A la vuelta nos esperan retos para cumplir con los objetivos del año y será menos duro si volvemos relajados y con energía renovada. Para conseguirlo se requiere un esfuerzo previo: planificar y trabajar para delegar en compañeros y colaboradores que a su vez se apoyarán en nosotros cuando llegue su ansiado momento”.
Cuando mayor es el cargo dentro de una empresa, más difícil resulta desconectar. A menudo esto se debe a la poca capacidad de delegar tareas, a lo que se recomiendo pensar en la persona indicada aunque esta persona no sea del área concreta. Otras claves que pueden ayudar a disfrutar de un verano sin preocupaciones pueden ser reuniones con los otros miembros del equipo, planificar para evitar problemas de última hora, tener un último día tranquilo, avisar a compañeros, clientes y proveedores de nuestro período vacacional, disfrutar de un periodo largo de vacaciones al menos una vez al año o cambiar la rutina en vacaciones.
Da igual los métodos utilizados, lo que sí es evidente es que es completamente necesario desaparecer por completo durante las vacaciones de verano para poder volver con las energías renovadas y afrontar así nuevos retos con la frescura de una mente que ha descansado.
Un 51% de los trabajadores en activo no consigue desconectar de su trabajo durante las vacaciones estivales. Un estudio realizado por el Randstad pone de manifiesto no solamente que un 28% de los empleados piensa en el trabajo durante las vacaciones, sino que además un 15% sigue pendiente de posibles llamadas de la oficina y un 8% mantiene el contacto a través de las nuevas tecnologías.
Parece que tal cifra se debe a una triple causa. Por un lado, la accesibilidad que permiten las nuevas tecnologías a las redes sociales y al correo profesional. Por otro lado, la incertidumbre provocada por la crisis económica. Por último, el estrés y la inseguridad que supone abandonar las tareas propias y dejarlo todo bien atado antes de desaparecer. En relación a este último factor, concluye Rita González, responsable de RRHH en Randstad, que “es importante tomar conciencia de que tenemos que desconectar y descansar en nuestras vacaciones. A la vuelta nos esperan retos para cumplir con los objetivos del año y será menos duro si volvemos relajados y con energía renovada. Para conseguirlo se requiere un esfuerzo previo: planificar y trabajar para delegar en compañeros y colaboradores que a su vez se apoyarán en nosotros cuando llegue su ansiado momento”.
Cuando mayor es el cargo dentro de una empresa, más difícil resulta desconectar. A menudo esto se debe a la poca capacidad de delegar tareas, a lo que se recomiendo pensar en la persona indicada aunque esta persona no sea del área concreta. Otras claves que pueden ayudar a disfrutar de un verano sin preocupaciones pueden ser reuniones con los otros miembros del equipo, planificar para evitar problemas de última hora, tener un último día tranquilo, avisar a compañeros, clientes y proveedores de nuestro período vacacional, disfrutar de un periodo largo de vacaciones al menos una vez al año o cambiar la rutina en vacaciones.
Da igual los métodos utilizados, lo que sí es evidente es que es completamente necesario desaparecer por completo durante las vacaciones de verano para poder volver con las energías renovadas y afrontar así nuevos retos con la frescura de una mente que ha descansado.