Recursos

Desempeñar una actividad profesional es una de las herramientas más eficaces para la inclusión social, puesto que te da los recursos necesarios para participar plenamente en la vida económica, social y política, y para disfrutar de unas condiciones de vida digna.

Y precisamente la integración social es uno de los retos más importantes a los que la sociedad debe enfrentarse, siendo una prioridad y responsabilidad para cualquier sector, donde empresas y entidades sociales tienen un papel fundamental en el acceso al mercado laboral.

Dentro de los colectivos en riesgo de exclusión socio-laboral, las personas con capacidades diferentes son las más afectadas. Según los datos del último informe de la Base de Datos Estatal de las Personas con Discapacidad que publica el INE, representan el 4,4 % de la población española en edad laboral; un 32,2% de ellos está desempleado, una cifra que se dispara al 72,1% si hablamos de jóvenes entre 16 y 24 años.

A pesar de que en 2015 las contrataciones aumentaron un 19%, todavía queda mucho por hacer. FAMMA- Coceme revela que el 81% de las empresas españolas todavía no cumple con la ley de inserción laboral de personas con discapacidad.

Por este motivo, ponemos de manifiesto una serie de cuestiones que deberían ser tomadas en consideración por las empresas, a la hora de valorar las posibilidades de contratación de este colectivo.

1. Mínimas dificultades de adaptación: según el Estudio de la Fundación Randstad y Fundación ATRESMEDIA, “Jóvenes, Discapacidad y Empleo, una radiografía para reflexión y acción”, sólo en un 10% de los casos, las personas con discapacidad tuvieron dificultades para adaptarse a su puesto, y sólo un 8% presentó algún problema de productividad inicial.

2. Actitud positiva y alto compromiso de los empleados: Las personas con capacidades diferentes, señala el informe, suelen tener una buena disposición al trabajo y una gran motivación en su día a día.

3. Impulsar la integración laboral implica incorporar valores: Valores como la diversidad, pluralidad o el respeto se incorporan al ADN corporativo de una organización. Este hecho aportará mayores beneficios a las empresas, ya que según un Informe de Nielsen realizado en España, el 93% de los consumidores están a favor de comprar a aquellas empresas que apuesten por la responsabilidad social corporativa e inviertan en la sociedad.

4. Mayores incentivos: las empresas que se deciden a fomentar la integración tienen derecho a algunas bonificaciones según distintas variables relativas a las personas con discapacidad contratadas.

Así, apostar por la integración laboral tiene recompensa.