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Consejos para combatir los efectos del sedentarismo

La adquisición de malos hábitos posturales y el hecho de permanecer durante muchas horas en la misma posición conlleva que -niños y mayores- adquieran como válidos comportamientos sedentarios, que además, son perjudiciales para la salud. Y es que pasar muchas horas en la misma posición puede provocar lesiones músculo-esqueléticas en los trabajadores, que a la larga pueden derivar en enfermedades más graves.

La Fundación Española del Corazón considera que la falta de ejercicio es uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca, y como consecuencia del sedentarismo, una persona tiene mayor riesgo de sufrir arterioesclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.

Para reducir el riesgo de sufrir alguna de estas enfermedades, podemos seguir unas pautas de prevención, puesto que el sedentarismo es un factor de riesgo modificable.

¿Qué hacer?

El sedentarismo se combate con el ejercicio físico. Es decir, modificando los hábitos sedentarios y transformándolos de forma que incremente nuestro nivel de actividad física y deporte. En el caso de los adultos sedentarios que llevan mucho tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio es conveniente que consulten a su médico: tan peligroso es para la salud no hacer nada de deporte como, en esa situación, lanzarse a un ejercicio exhaustivo y desmedido de forma aislada.

Así, caminar durante la jornada laboral o subir por las escaleras son prácticas muy recomendables para reducir la grasa acumulada y disminuir el colesterol. Del mismo modo que es aconsejable hacer estiramientos antes de empezar la jornada de trabajo, ya que es una buena forma de ayudar a tu cuerpo a aguantar las primeras horas.

Si tienes dolor lumbar, puedes aliviarlo  colocando las palmas de las manos en la parte baja de la espalda en la zona de las caderas y con los dedos hacia abajo. Presionando suavemente con las manos hacia delante, se evitan lesiones de espalda.