×
En Mutua Intercomarcal utilizamos cookies propias para el acceso al área privada y de terceros para realizar análisis de uso y de medición de nuestra web y mejorar nuestros servicios.
Pulsa el botón ACEPTAR TODAS para confirmar que has leído y aceptado todas las cookies, o pulsa CONFIGURAR si quieres modificar o rechazar su uso.

    

ES / CA
canviar a
català

Recursos

Blogs

Los efectos negativos de la gripe en el ámbito laboral

La semana pasada se lanzó en muchas comunidades autónomas del país la campaña de vacunación contra la gripe, un proceso viral que ya es todo un clásico y que viene a visitarnos todas las navidades. Aunque se puede confundir con el resfriado común, la gripe es una enfermedad más grave y causada por otro tipo de virus.

Concretamene, está originada por un virus del tipo ARN, el cual se transmite vía aérea al hablar, toser o estornudar, o por contacto con las mucosas en superficies contaminadas o al compartir utensilios de comida.

El contagio  de esta enfermedad se produce en muchas ocasiones en el entorno laboral. En el caso de España, el 35% de los contagios de la gripe tienen lugar en el trabajo, especialmente en las oficinas y en los ambientes cerrados.

Asimismo, la gripe también es responsable de entre un 10% y un 17% de las bajas laborales que se producen cada año en todo el país y que causan que 60 millones de horas de trabajo y 1.275 millones de euros en productividad se pierdan, según datos de la Asociación Española de Medicina del Trabajo.   

De este modo, el ámbito laboral termina siendo uno de los más perjudicados por el inicio de la temporada gripal, tanto a nivel de las grandes empresas como en las Pymes y los autónomos, que pueden ver como disminuye gravemente su actividad profesional por el efecto contagio entre sus trabajadores.

Por este motivo, es fundamental la prevención de la enfermedad, y en caso de no poder evitar el contagio, la medida más eficaz, a pesar de que existen algunas voces que cuestionan su eficacia, podría ser la vacunación, principalmente, para los mayores, los pacientes crónicos,  las embarazadas y  los sanitarios. Por el contrario, se desaconseja vacunarse a las personas con alergia al huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación antigripal anteriormente; y los niños menores de 6 meses. En el caso de padecer fiebre alta por una enfermedad aguda, tampoco debe administrarse la vacunación.