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Estos días hemos sufrido la primera gran ola de calor del año. Los termómetros han superado los 40 grados en muchos puntos de España y han desembocado en situaciones de riesgo, por ello es importante recordar los riesgos asociados a la época estival y las medidas preventivas adecuadas.

Los riesgos ante la exposición a altas temperaturas son muchos y muy variados. El agotamiento, los golpes de calor, las insolaciones, la deshidratación o las quemaduras pueden perjudicar muy seriamente nuestro estado de salud. Es importante reconocer rápidamente cuáles pueden ser los síntomas de alguna de estas situaciones: fiebre, en muchas ocasiones superior a 40º, taquicardias, confusión, pulso rápido y fuerte, piel seca y sonrosada, mareos, ausencia de sudoración…Si detecta cualquiera de estos síntomas es probable que esté sufriendo un golpe de calor o una insolación, así que es fundamental acudir rápidamente a urgencias o al centro médico más cercano.

Para prevenir problemas de salud derivados del calor extremo es fundamental seguir unas pautas básicas: hidratarse adecuadamente y beber suficientes líquidos, ducharse con agua fresca, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y evitar exposiciones prolongadas, evitar los esfuerzos extremos o practicar deporte entre las 12h a 17h, si es posible cubrirse la cabeza con una gorra o sombrero, llevar ropa adecuada, ligera y holgada y sobre todo, no olvidar la crema solar.

Siguiendo estos consejos podremos disfrutar del verano y del tiempo libre evitando riesgos innecesarios que pongan en peligro nuestra salud.