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Trucos para aumentar la productividad
La semana pasada publicaban los periódicos que los españoles trabajamos 2 horas diarias de media más que el resto de países europeos y, aún así, estamos a la cola en términos productivos. De hecho y contrariamente a lo esperado, son muchos los estudios que ponen de manifiesto que las jornadas maratonianas van en contra del aumento de la eficacia y la eficiencia en el trabajo.
La media de horas trabajada por un español por año es de 1.700, mientras que en Holanda es de 1.413 y en Alemania es de 1.432. Y mientras que en los países europeos las jornadas laborales terminan entre las 17 y las 18 horas, en España nunca acaban antes de las 19, según un estudio de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE). El presidente de ARHOE, Ignacio Buqueras, explica que “no se cambia esta costumbre por falta de innovación, por rutina, porque se cree que siempre se ha hecho así”.
Para lograr una mentalidad enfocada al logro, a los resultados y al cumplimiento de las fechas establecidas es importante incorporar unas pautas que permitan aumentar el rendimiento. Entre éstas, destaca, por ejemplo, hacer una pausa de 5 o 10 minutos por cada 90 minutos trabajados. Exprimir cada momento del día acaba con nuestra energía y, consecuentemente, con el nivel de rendimiento. Por ello, es importante también comer fuera de la oficina, siempre que las comidas tengan una durada máxima de entre 30 y 60 minutos.
Es importante también, controlar las interrupciones compulsivas: las interferencias como las llamadas telefónicas o la revisión constante del correo electrónico reducen la productividad. Además, para evitar las reuniones interminables se debe establecer una hora de inicio y una de fin, avisar con antelación y establecer objetivos claros. De la misma manera, hay que aprender a decir no y delegar el trabajo para cumplir objetivos: debemos evitar las listas interminables de tareas y aprender a priorizar.
Por último, un estudio de ADECCO pone de manifiesto que el 97% de los trabajadores sería más productivo si la plantilla estuviera debidamente motivada. Con un buen ambiente laboral y un horario adecuado se consiguen mejores resultados.
La media de horas trabajada por un español por año es de 1.700, mientras que en Holanda es de 1.413 y en Alemania es de 1.432. Y mientras que en los países europeos las jornadas laborales terminan entre las 17 y las 18 horas, en España nunca acaban antes de las 19, según un estudio de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE). El presidente de ARHOE, Ignacio Buqueras, explica que “no se cambia esta costumbre por falta de innovación, por rutina, porque se cree que siempre se ha hecho así”.
Para lograr una mentalidad enfocada al logro, a los resultados y al cumplimiento de las fechas establecidas es importante incorporar unas pautas que permitan aumentar el rendimiento. Entre éstas, destaca, por ejemplo, hacer una pausa de 5 o 10 minutos por cada 90 minutos trabajados. Exprimir cada momento del día acaba con nuestra energía y, consecuentemente, con el nivel de rendimiento. Por ello, es importante también comer fuera de la oficina, siempre que las comidas tengan una durada máxima de entre 30 y 60 minutos.
Es importante también, controlar las interrupciones compulsivas: las interferencias como las llamadas telefónicas o la revisión constante del correo electrónico reducen la productividad. Además, para evitar las reuniones interminables se debe establecer una hora de inicio y una de fin, avisar con antelación y establecer objetivos claros. De la misma manera, hay que aprender a decir no y delegar el trabajo para cumplir objetivos: debemos evitar las listas interminables de tareas y aprender a priorizar.
Por último, un estudio de ADECCO pone de manifiesto que el 97% de los trabajadores sería más productivo si la plantilla estuviera debidamente motivada. Con un buen ambiente laboral y un horario adecuado se consiguen mejores resultados.