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Aprobado el anteproyecto de Ley de Muerte Digna

El anteproyecto de ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna no regula la eutanasia ni la ayuda necesaria al suicidio, que siguen estando penalizados. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el anteproyecto de la ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna que regula los derechos de los pacientes en situación terminal y las obligaciones del personal sanitario. Aunque la mayoría de los derechos que recoge esta ley ya están contemplados en la ley de Autonomía del Paciente aprobada el año 2002, la nueva ley pretende evitar la repetición de casos como el de Inmaculada Echevarría, que esperó seis meses a que la desconectaran del respirador artificial que la mantenía con vida. Leire Pajín, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, ha declarado que “el Gobierno ha querido dar un paso más y pasar de un modelo asistencial a un sistema de derechos y garantías”.
Este anteproyecto es la consecuencia de años de reivindicaciones y a pesar de no contemplar todas las peticiones de la ciudadanía, sí consagra el derecho a renunciar a un tratamiento médico y el uso de sedaciones terminales para acortar la agonía, aunque dichas sedaciones aceleren el proceso de muerte. Prevé también la preservación de la intimidad del paciente terminal así como la de su familia y, por este motivo, las personas en estado terminales podrán solicitar una habitación individual al menos en la fase final. A su vez, se reconoce el derecho de estar acompañado durante el proceso y se permite recibir auxilio espiritual. Aún así, la eutanasia y la ayuda al suicidio continúan estando penalizadas, lo que según Leire Pajín “evita el ensañamiento terapéutico y el sufrimiento innecesario”.
El anteproyecto es la respuesta del Gobierno para regular las diversas leyes que de modo independiente se han aprobado en diversas comunidades autonómicas. Andalucía fue la primera comunidad en regular el derecho a una muerte digna el pasado mes de Marzo de 2010. Aragón lo hizo el mes pasado.
Este anteproyecto es la consecuencia de años de reivindicaciones y a pesar de no contemplar todas las peticiones de la ciudadanía, sí consagra el derecho a renunciar a un tratamiento médico y el uso de sedaciones terminales para acortar la agonía, aunque dichas sedaciones aceleren el proceso de muerte. Prevé también la preservación de la intimidad del paciente terminal así como la de su familia y, por este motivo, las personas en estado terminales podrán solicitar una habitación individual al menos en la fase final. A su vez, se reconoce el derecho de estar acompañado durante el proceso y se permite recibir auxilio espiritual. Aún así, la eutanasia y la ayuda al suicidio continúan estando penalizadas, lo que según Leire Pajín “evita el ensañamiento terapéutico y el sufrimiento innecesario”.
El anteproyecto es la respuesta del Gobierno para regular las diversas leyes que de modo independiente se han aprobado en diversas comunidades autonómicas. Andalucía fue la primera comunidad en regular el derecho a una muerte digna el pasado mes de Marzo de 2010. Aragón lo hizo el mes pasado.