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Teoría de las 3 capas. ¡Recomendaciones para trabajar con frío!

 

 

El invierno trae consigo temperaturas bajas y condiciones climáticas desafiantes, especialmente para aquellos que trabajan al aire libre o en entornos fríos. La exposición prolongada a las bajas temperaturas puede tener efectos perjudiciales para la salud y el bienestar de las personas. Comprender cómo protegerse adecuadamente es esencial para prevenir riesgos y mantener la salud en este tipo de entornos. 

Por ello, desde Mutua Intercomarcal, queremos que conozcas las consecuencias derivadas del frío y cómo evitarlas. ¡Empezamos! 

Riesgos del frío 

La exposición prolongada a bajas temperaturas puede generar una variedad de problemas de salud que van desde molestias leves hasta condiciones graves.  

 

  • Hipotermia. Un estado en el cual el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede generar. Esto puede llevar a la confusión, fatiga, dificultades para hablar y temblores incontrolables. 
  • Congelación de la piel y los tejidos. Este es otro riesgo asociado con la exposición prolongada al frío. La piel puede congelarse, lo que puede resultar en daño tisular, ampollas, o necrosis. 
  • Agravar condiciones de salud preexistentes. Por ejemplo, personas que sufren de artritis pueden experimentar un aumento del dolor y la rigidez en sus articulaciones. 
  • Disminución de la destreza manual. La disminución de la sensibilidad y el control muscular debido al frío puede dificultar la capacidad de manipular herramientas o maquinaria de manera precisa y segura. Esto aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes en el lugar de trabajo. 

Cómo evitar las consecuencias del frío 

Minimizar las consecuencias perjudiciales del frío comienza con la adopción de medidas preventivas. Estas incluyen vestirse adecuadamente, tomar descansos regulares para entrar en calor y mantener una buena hidratación. Sin embargo, una de las estrategias más efectivas es seguir la teoría de las 3 capas.  

Se trata de una estrategia eficaz para mantener el calor corporal y protegerse del frío. Consiste en el uso de tres capas distintas de ropa.  

 

  • Capa base 

Esta capa está en contacto directo con la piel y su función principal es mantener el cuerpo seco al absorber el sudor. Utiliza materiales transpirables que evacuen la humedad, como la lana merina o tejidos sintéticos como el poliéster. 

  • Capa intermedia 

Esta capa proporciona aislamiento y retiene el calor corporal. Las prendas de lana, forros polares o materiales aislantes son ideales para esta capa, ya que atrapan el calor sin agregar un volumen excesivo. 

  • Capa exterior o Shell 

Esta capa es la primera línea de defensa contra las condiciones climáticas adversas, como viento, lluvia o nieve. Debe ser resistente al agua y al viento para proteger contra la humedad y mantener el calor interior.   

La teoría de las 3 capas es una herramienta valiosa para enfrentar el frío, proporcionando aislamiento, protección y comodidad. Si te ha gustado este blog, ¡compártelo con tus compañeros de trabajo!