Recursos

En el momento de empezar la jornada laboral podemos vernos superados por la percepción de una gran cantidad de tareas por hacer. Por ello, y para evitar una sensación de estrés nada más empezar el día, es importante realizar una planificación diaria con un día de antelación.

Beneficios de la planificación diaria el día antes

Ahorro de tiempo

Dedicar diez minutos al final de la jornada para pensar, organizar y planificar el trabajo del día siguiente te permitirá ahorrar tiempo. Podrás empezar a trabajar teniendo muy claras las prioridades de ese día, sin malgastar tiempo ni esfuerzos innecesarios.

Además, si tienes claro en qué proyectos debes centrarte, no tendrás la necesidad de revisar el correo con tanta frecuencia y, así, evitarás posibles interrupciones innecesarias.

Puede servir de ayuda desglosar el tiempo y asignar una tarea o proyecto por franjas de tiempo. Es importante respetar el tiempo establecido, ya que ésto ayudará a ser más productivo durante el tiempo estipulado a cada tarea.

Objetivos y prioridades

Tener claros los objetivos y prioridades del día te permitirá centrar toda la atención a las tareas realmente importantes del día.

Por otro lado, planificar la jornada el día antes permitirá anticiparte a tu día y proyectos, pudiendo preparar con suficiente tiempo todo aquello que puedas necesitar.

Descanso

Es importante que no olvides tomar unos minutos de descanso entre tarea y tarea. Te dará la posibilidad de desconectar de lo que estabas haciendo y coger fuerzas para el siguiente proyecto.